No abandones el barco,
que el naufragio recién llego,
por lo que no termina,
sino que recién empieza.
Solo tenemos una vela,
y las sobras de anoche.
Nadie te contó de las maravillosas noctilucas
ni de las estrellas fugaces
tampoco de el sonido de los peces al dormir,
pues nadie ha sobrevivido
el terrible naufragio
de esta terrible tormenta.

Cuando todo se haya ido,
cuando el viento ya no sople,
y el sol se esconda entre montañas, 
y me busques entre mares.
Cuando me corras por las nubes,
y me sientas entre flores.
Cuando el dolor prevalezca,
y tu cuerpo desaparezca,
ni tu alma acompañara tal desdicha,
yo te sostendré tu dolor,
acarreare tu cuerpo,
y velare tu alma.
Es que yo por vos, buscaría el infinito,
soplaría el viento,
ataría al sol entre montañas,
navegando entre tsunamis.
Saltaría huracanes, y por siempre,
te sentiría entre flores, 
como hoy, como ayer, como mañana.

Y vendrá una plaga, que arrasara con los mares, los pastos, las montañas, el viento. No dejara ni un ser vivo en este planeta que sienta las ganas de vivir, reír o simplemente llorar.
Vendrá despacito, y como un susto, se llevara tu cuerpo, y se alimentara de tu alma. No mires para atrás, no te amarres a nada, tan solo, suelta las manos, relaja tu cuerpo y canta, hasta que te hayas ido, más en paz que los demás.

diecinueve de agosto

Pueden volar las notas, pueden desaparecer las cartas escritas aquella primavera. Podemos quedar solos en el limbo, flotar entre aguas, escondernos en el amanecer, oler el comienzo de la primavera, muriendo en el comienzo de un calor, acompañados por amigos. Tocar el charango, saltar por el campo, por la playa, por la ciudad, caminar cantando. Puedes extrañar, recordar aquel sentimiento, abrazar a un desconocido, hacer feliz al prójimo, salir en pijama, vestirte con tus disfraces. Deberás olvidar, para poder recordar, todo eso que tanto te gustaba. Planear en el viento, reírte entre mimos del pasto y cosquillas del viento. Hacer algo, hacerlo tuyo, divertirte, compartí.

Me contaron una historia que no tenía fin
me dijeron que el amor era infinito 
me hablaron de ellos, y de su historia
las mariposas volaban 
entre brisas de sus anecdotas sin fin
y en su sin-fin te perdes, 
en esa historia infinita
del amor que no-es ni que fue.

Se dice que hoy se fue mi alma, se dice que hoy estoy en paz.